Trailers de estrenos 22 junio 2012

miércoles, 17 de agosto de 2011

'Super 8': Los ocho juegos de magia de un prestidigitador

Super 8 es la película de un prestidigitador. Nada que pueda sorprender a quienes hayan topado antes con J.J. Abrams, creador de una serie como Perdidos, una de las grandes revoluciones que ha sufrido la narrativa cinematográfica en las últimas décadas.

Como una cebolla, las razones de Super 8 hay que ir descubriéndolas capa a capa. La primera dice que es una película de unos niños que salen una noche a hurtadillas para rodar un cortometraje casero y presencian el terrible accidente de un tren militar. Pero lo peor está aún por llegar: la carga era un monstruo alienígena que logra escapar, sembrando el caos en la hasta ahora tranquila comunidad.

La segunda capa está en los carteles en letras enormes: "Producida por Steven Spielberg". Más bien debería decir "producida e inspirada por Steven Spielberg" porque, desde luego, Super 8 es un homenaje al maestro. J.J. Abrams no sólo es un admirador confeso del cine de Spielberg sino que es su más distinguido seguidor. Como él, sus historias narran historias de gente corriente que se ve enfrentados a sucesos extraordinarios.

Zona de peligro. Llegamos a la tercera lámina, que siempre hace aflorar las primeras lágrimas. Una de las cualidades que hacían tan peculiar al Spielberg de los 70 y 80 es que el cineasta se acordaba de cómo era aquello de ser niño. Los amigos, las salidas en bicicleta, observar con ojos nuevos, extrañarse ante el opaco y extraño mundo de los adultos, el refugio de tu habitación, los secretos bajo la cama, los sueños depositados en las estrellas.

En el caso de Abrams se añade las grabaciones con su cámara de super 8. Igual que Tim Burton rodó un corto, Frankieweenie (1984) , sobre sus rodajes infantiles en los que convertía a su perro en robot, Abrams ha filmado ahora un largo sobre sus rodajes con la pandilla de verano en los que jugaban a los agentes secretos y los muertos vivientes.



Pero llega un día en que la harmonía de la pandilla se resquebraja. No es que hubiera una gran pelea ni una separación. Es que llegó ella. Cuarta capa: el primer amor. Y, con él, la extrañeza, los nervios, la abisal inseguridad.

Quinta cubierta: el perrito. La historia de cómo Elliott encuentra a E.T., le atrae a casa dejando gominolas por el camino y le oculta en su habitación porque los mayores no van a dejar que se quede con él es la de cualquier chaval con un perro abandonado. El gran hallazgo de Spielberg y la guionista Melissa Mathison fue contar una historia común de la infancia como si se tratara de algo fuera de lo común. Es decir, exactamente como recuerda cada uno su propia historia: única y excepcional. Ese espíritu recorre Super 8 como una columna vertebral.

Otra de las constantes del cine Spielberg forma nuestra sexta capa: la figura paterna. 23 películas del realizador incluyen algún tipo de problema con el padre, vivo, muerto o, simplemente, ausente. Super 8 no es menos: un hombre herido y desorientado por la muerte de su mujer, ejemplar policía local pero incapaz de ser el hombre cercano y cariñoso que necesita su hijo. A estas alturas la cebolla ya hace llorar.

Pero no todo en Super 8 es Spielberg, como no lo es en la filmografía de J.J. Abrams. El prestidigitador del que hablábamos en principio viene con una chistera llena de trucos y lo más impresionante es que los saca mientras cruza por la cuerda floja. Capa siete. Sus series y películas parecen tener una premisa clara: ni caso a las convenciones narrativas. El máximo exponente es Perdidos, donde su equipo retorció cada mandamiento del guionista llevando al público por recovecos a los que nadie antes se había atrevido a entrar.

Y, aunque en Super 8 hay menos trucos que en sus obras anteriores, Abrams se reivindica como el mejor creador de macguffins desde que Hitchcock lo definió: "Un macguffin no es nada". Nada salvo la excusa para desarrollar su misterio: un maletín, una visión confusa en la ventana de enfrente, un grito ahogado en la oscuridad... O un tren accidentado, un profesor de ciencias que advierte de un peligro, unos militares con pocas ganas de hablar y un monstruo que destroza lo que pilla.

Pero hay un macguffin más. Se llama Super 8. Sirve para viajar en el tiempo -otra de las obsesiones de Abrams- y devolver un placer olvidado. Una película de ficción para hablar una historia tan mínima como verdadera. Octava capa. E.T., Los goonies, Cuenta conmigo, Encuentros en la tercera fase, Regreso al futuro, Gremlins... El cine que enseñó a amar el cine a todos los que crecieron en los años 80.
info sacada de la web información.com

miércoles, 10 de agosto de 2011

PÓSTER EN ESPAÑOL DE SUPER 8

Este será el cartel que lucirán las carteleras españolas de Super 8, el próximo 19 de Agosto. El combo J.J. Abrams y Steven Spielberg, intentarán salvar los muebles en el mercado internacional, tras una modesta taquilla Norteamerica.

Un grupo de 6 chavales graban una película de zombies en formato super 8. En una de las secuencias se adentran en una zona por donde pasa la vía del tren. Allí, en pleno rodaje, un tren descarrila y una criatura que transportaba el ejercito, se escapa de uno de los vagones accidentados.